Hemos celebrado un aniversario más de nuestra querida Institución
dando gracias a Dios por la vida de la madre María Dolores Solá, hoy recordamos a esta gran mujer quien supo responder con generosidad a la llamada de Dios para dedicar su vida al servicio de los demás como Misionera Claretiana, ella supo que debía cultivar con sumo cuidado y ofrecer el amor gratuito de Dios a las personas que le han sido confiadas. resumía su experiencia con la frase de Jeremías: "Con amor eterno te he amado" ella nos dejó en herencia la labor más noble, minuciosa, delicada y gratificante que podemos hallar en toda tarea humana, la de acompañar vidas. Hacemos memoria agradecida por cuanto hemos vivido durante estos tiempos, los logros de cada uno y los desafíos que quedan para seguir adelante, confiando siempre que somos guiados y acompañados por el Dios de la vida.