QUIENES SOMOS

  
Las Misioneras de la Institución Claretiana, somos una familia religiosa y misionera al estilo del P. Claret.

Cruz Misionera pintada por Maximino Cerezo, cmf
Fundadas en Vic. El 28 de mayo de 1951, se reúne el claretiano P. Lluís Pujol con Maria Dolors Solà 
y otras dos jóvenes, junto a la capilla del sepulcro de San Antonio Mª Claret. para dar inicio a una nueva familia religiosa.
Nuestro fundador, el P. Luís Pujol, cmf, definía como debía ser la misionera: “La misionera claretiana en su conducta, ha de ostentar un trazo vertical de la cruz con una vida levantada hacia Dios en tanto que en la horizontal alarga los brazos de su amor a todas las almas".
Nosotras, las misioneras, nos sentimos invitadas por Jesucristo a estar con Él y entregarnos al Padre. Atentas a la realidad, nos proponemos buscar la Voluntad del Dios, mediante la oración y el dialogo.

Por ello, en la misión apostólica de evangelización hacemos nuestro el deseo del P. Claret :
“conocer a Dios  y hacerlo conocer,
  amar a Dios y hacerlo amar,
servir a Dios y hacerlo servir,
alabar a Dios y hacerlo alabar ”,
con una actitud abierta y sencilla saliendo al encuentro de los hermanos y acogiendo a todos, compartiendo los valores culturales y religiosos.
Nuestras comunidades están abiertas y ofrecemos espacios de encuentro, de diálogo, de celebración...en un ambiente de aceptación, estima y valoración personal.

NUESTRO FUNDADOR

El P. Luís Pujol, nace en Taradell, Barcelona, hijo de Segismundo Pujol Blancafort y Vicenta Tordera Clapera, el último de los ocho hijos que tuvo el matrimonio. A los 12 años ingresa como postulante en Vic en el convento de los PP del Corazón de María. Es ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1927 en San Juan de Letrán por el cardenal Pompily y la primera misa en el mismo lugar el día 18, acompañado por el Padre Suñer, cmf
Como servidor de la Palabra se dedicó al estudio, oración y difusión de la misma con gran amor y entusiasmo. Estudió Sagrada Escritura en Roma y completó sus estudios en Tierra Santa. Desarrolló su labor misionera en distintas parroquias, tandas de Ejercicios, como profesor y publicación de varias obras.
Muere en Vic el 8 de mayo de 1976.

VIDA ESPIRITUAL
Fue un hombre enamorado de su vocación misionera y  claretiana, desde esta experiencia personal fundó las Misioneras de la Institución Claretiana. 
Vivió de forma intensa la confianza en la providencia, se sentía guiado por la mano amorosa de Dios, contagiaba con su entusiasmo multiplicando así  los agentes de Evangelización
Conocedor profundo de la persona humana, escribió: “lo mejor de cada persona es su capacidad de amar” 
Concretaba su amor a la Iglesia procurando una ordenada  cooperación con los diversos institutos religiosos y clero diocesano, según directrices pastorales del Prelado del lugar.
El papel de los laicos era desafiante para el Padre Pujol  entendiendo que la edad moderna necesita nueva evangelización, y ser transformada desde dentro, el primer medio de evangelización es el testimonio  de vida

Su vida espiritual era muy intensa,
  • un gran amor a Dios  Padre, siempre repetía, Padre os ama,
  • una unión muy íntima con Jesucristo
  • una gran confianza en la acción del Espíritu Santo
  • una tierna relación filial con su Madre la Virgen María
  • un gran devoto de San José.
El Padre Pujol fundamentó su vida en una fe expresada y definida de esta forma: Creer es: obrar, pensar, sentir hondamente  de un modo conforme a la manera de Cristo primero y después de los apóstoles, han obrado, pensado y sentido.
De espíritu de entrega y trabajo. El  amor al trabajo lo descubrió desde sus primeros años de vida en la familia.
El amor al Padre le llevaba a buscar su voluntad y a interpretar los signos de los tiempos en el deber de día a día.  A menudo repetía: “No os canséis de hacer el bien. Si las cosas son difíciles hemos de tener constancia y no desfallecer”.
 
PRIMERA MISIONERA Y COFUNDADORA
 
 
DATOS BIOGRÁFICOS
María Dolores Solá  y Carol  nace el día 5 de julio en Moiá, Barcelona, en 1919 es la tercera hija del matrimonio formado por Ramón Solá Miralles y  María Carol Pons.
Fue educada en el colegio de las Hermanas Carmelitas  de la Caridad  (Vedrunas) recibió una formación muy completa, cultural y religiosa, le infundieron una fervorosa devoción hacia la Eucaristía y la Virgen María.
Cursó Magisterio, obtuvo las oposiciones del Ministerio de Educación y Ciencia pero ejerció de maestra de párvulos del Colegio de los Padres Escolapios de Moiá hasta 1950. Durante  este periodo fue secretaria de Acción Católica Femenina y presidenta de las Hijas  de María.
Inició contacto con el P. Luís Pujol, cmf, en ocasión de unos círculos de
oración y Ejercicios Espirituales que dirigió a las jóvenes de Acción Católica en Moiá, a raíz de estos Ejercicios dirigidos por el Padre se planteó su vocación de entrega y servicio al Señor. Se sentía íntima y profundamente amada por Dios. Su experiencia personal del Amor Infinito y Gratuito de Dios, “Con amor eterno te he amado, por eso prolongaré mi cariño hacia ti” (Jr 31, 3) le impulsó a entregarse totalmente al Amor.
El día 28 de mayo de 1951 empieza a vivir con otras dos jóvenes  para empezar la Obra de la Casa de Ejercicios y la Obra de las Misioneras.  Se dedicó a poner en marcha la Casa, atendía a los ejercitantes mediante charlas y el acompañamiento personal. Con el asesoramiento del Padre Pujol, organiza la vida religiosa y misionera, de la primera comunidad.
Muere en Barcelona el 11 de noviembre de 1996.
 
ESPIRITUALIDAD
Resumía su vocación con estas palabras el amor de Dios debe ser la fuerza de nuestro compromiso misionero” no concebía la posibilidad  de realizar una auténtica acción misionera y evangelizadora sin esta experiencia fundante.
Tenía un gran amor a la Eucaristía principalmente un amor esponsal, que le llevaba a participar de la vida trinitaria y del proyecto de salvación para toda la humanidad, acogiéndolo como don y presencia, y dedicando largos ratos de contemplación y adoración.
Sentía el amor maternal de María y recordaba a menudo que debíamos sentirnos hijas de Ella y vivir su presencia en nuestra vida misionera, pensando, actuando y hablando como lo haría ella, y siendo  dóciles a la acción del Espíritu Santo, repetir como María: “Soy la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra” (Lc  1, 38).

1 comentario:

  1. Estimado Señor Jesús,:
    sabes que estoy felizmente casado hace 27 años con 2 hijos de 23 y 24 años,que soy pensionista por inval.absoluta,que he tratado de ser buen padre y esposo,ofreciendo y dando lo que buenamente he podido y siempre con tu ayuda;sabes que nos vemos en una situación bastante crítica por diferentes deudas que hemos de pagar poco a poco pero sin demora;sabes que mi corazón nunca ha estado en lo material o en las riquezas ,al contrario tal vez por demasiada generosidad y o altruismo a veces malentendido,me veo abocado en esta situación;no he sabido administrar lo que hemos tenido tal vez.No quiero pensar en dineros y formas de conseguirlo las 24 horas del día,mi corazón sabes que quiere estar siempre a tu lado que es lo que más me reconforta,pero también sabes que las situaciones hay que afrontarlas si es posible y siempre con tu ayuda.A mi me gusta leer,escribir 2 libros que trato de acabar,rezar más y apoyarme aún más en ti,pero el corazón y la cabeza,sabes que es débil y a veces pierdo la fe en la Providencia.
    Te pido que nos ayudes al menos a tener paz y consuelo contigo y no coger ningún camino que nos lleve a situaciones peores.
    Te ruego lo de Corazón y sabes que no te engaño.Gracias por tu misericordia y tu consuelo.
    posdata:quería compartirlo con usted y que rece por nosotros,GRACIAS

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