domingo, 27 de enero de 2019

JMJ Panamá

Estos días se celebra la JMJ en Panamá, el Papa Francisco sale al encuentro de los jóvenes para llevarles la alegría y el compromiso del Evangelio.
La família Claretiana ha aprovechado los días previos para celebrar y compartir nuestra identidad misionera.Unos 600 jóvenes de las distintas ramas de la Familia Claretiana han sido acogidos por las RMI en el colegio Claret.
Silvia Gauto ha acudido desde Dominicana a este encuentro.





Grupo de R Dominicana en el aeropuerto camino de la JMJ Familia Claretiana



Las siete ramas de la Familia Claretiana en oración.




Algunas palabras dirigidas por el Papa Francisco al llegar a Panamá


Si uno se pone a caminar ya es discípulo…
"Un amor que no “patotea” ni aplasta, un amor que no margina ni calla, un amor que no humilla ni avasalla. Es el amor del Señor, amor cotidiano, discreto y respetuoso, amor de libertad y para la libertad, amor que sana y levanta. Es el amor del Señor que sabe más de levantadas que de caídas, de reconciliación que de prohibición, de dar nueva oportunidad que de condenar, de futuro que de pasado. Es el amor silencioso de la mano tendida en el servicio y la entrega que no se pavonea."

A un santo de estas tierras ( San Oscar Romero) le gustaba decir: «el cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, o de prohibiciones. El cristianismo es una Persona que me amó tanto, que reclama y pide mi amor. El cristianismo es Cristo.»"
"Lo más esperanzador de esta Jornada no será un documento final, una carta consensuada o un programa a ejecutar. Lo más esperanzador de este encuentro serán vuestros rostros y una oración." Y ha terminado con un mensaje claro y contundente: "Que Panamá hoy sea no solamente un canal que une mares, sino también canal donde el sueño de Dios siga encontrando cauces para crecer y multiplicarse e irradiarse en todos los rincones de la tierra.



En la homilía de la clausura ha llamado a los jóvenes a ser el hoy de Dios
"Porque ustedes, queridos jóvenes, no son el futuro. Nos gusta decir que son el futuro, no. Son el presente, ustedes jóvenes son el ahora de Dios. Él los convoca y los llama en sus comunidades, los llama en sus ciudades para ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie y junto a ellos tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó.
No mañana, ahora, porque allí, ahora, donde esté su tesoro allí estará también su corazón (cf. Mt 6,21); y aquello que los enamore conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo. Será lo que los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, de alegría y de gratitud. Sientan que tienen una misión y enamórense, que eso lo decidirá todo (cf. PEDRO ARRUPE, S.J., Nada es más práctico). Podremos tener todo, pero queridos jóvenes, si falta la pasión del amor, faltará todo. La pasión del amor hoy y dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana.
 

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